lunes, 20 de diciembre de 2010

CONSEJOS PARA ESCRITORES PRINCIPIANTES

Escuchemos las respuestas de los "grandes" sobre algunas de esas dudas que suelen asaltarnos como escritores, respuestas que suelen llevarnos a comprender que no hay reglas cerradas, universales, monolíticas... porque estamos hablando de ARTE.

¿Cuál es la mejor manera de comenzar?
“¿El mejor adiestramiento para el aprendiz de escritor? Digamos que debería ahorcarse porque descubre que escribir bien es intolerablemente difícil. Entonces alguien debería salvarlo sin misericordia y su propio yo debería obligarlo a escribir tan bien como pudiera el resto de su vida. Así cuando menos tendría la historia del ahorcamiento para comenzar”.    
Ernest Hemingway

¿Para ser un buen escritor hay que utilizar un lenguaje "especial"?
“Cuando empecé a escribir pensaba que todo debía ser definido por el escritor. Por ejemplo, decir la palabra “luna” se encontraba absolutamente prohibido; uno debía hallar un adjetivo, un epíteto para “la luna”. Nunca hubiera dicho : “fulano entró y se sentó” porque era demasiado simple y demasiado fácil. Pensaba que tenía que encontrar una manera más fantasiosa de decirlo. Ahora descubro que todas esas cosas son, en general, molestas para el lector. Pero pienso que la raíz de todo el asunto se encuentra en el hecho de que, cuando un escritor comienza, siente de alguna manera que va a decir algo más bien tonto y obvio o un lugar común, y entonces se trata de esconderlo bajo ornamentos barrocos. Después, a medida que pasa el tiempo, uno siente que las ideas, buenas o malas, se deben expresar simplemente, porque si se tiene una hay que intentar introducir esa idea o estado de ánimo en la cabeza del lector”.    
Jorge Luis Borges.
¿Es necesario leer buena literatura para escribir buena literatura?
“Escribamos a diario, escribamos libremente, pero comparemos siempre lo que hemos escrito con lo que los grandes escritores escribieron. Es humillante, pero es esencial. Si pretendemos conservar y crear, sólo de esta manera lo conseguiremos. Y vamos a hacer ambas cosas”.    
Virginia Wolf

¿Es imprescindible corregir?
“Escribir es hacer un borrador y luego corregirlo hasta desentrañar lo que uno realmente piensa”    
Bioy Casares.

¿Cuándo sabremos que debemos darnos por vencidos?
No deberíamos desdeñar el trabajo, desdeñar los cuarenta y cinco, los cincuenta y dos cuentos escritos en nuestro primer año de fracasos. Fracasar es rendirse. Pero uno está en medio de un proceso móvil. Todo continúa. Se ha hecho el trabajo. Si está bien, uno aprende. Si está mal, aprende todavía más. El único fracaso es detenerse. No trabajar es apagarse, endurecerse, ponerse nervioso; no trabajar daña al proceso creativo.”
Ray Bradbury

¿Hasta qué punto debemos someternos a las reglas y las modas?
“Por delicioso que sea, el pasatiempo de medir y juzgar es la más fútil de las ocupaciones y el someterse a los decretos de los medidores y jueces la más servil de las actitudes. Lo que importa es que escribáis lo que deseáis escribir: y nadie puede decir si importará mucho tiempo o unas horas. Sacrificar un solo pelo de la cabeza de vuestra visión, un solo matiz de un color, es la más baja de las traiciones”.    
Virginia Wolf



viernes, 10 de diciembre de 2010

¿QUIEN CUENTA NUESTRA HISTORIA?

EL NARRADOR Y EL PUNTO DE VISTA
 

     Es conveniente tener claro a la hora de escribir quién es el narrador, quien va a contar nuestra historia. Conveniente, aunque en ocasiones comenzaremos una narración en primera persona a la que no conseguimos sacarle todo el partido que queríamos, para terminar dándonos cuenta de que es preferible que lo cuente un narrador testigo. Y viceversa. En todo caso, ponernos a pensar en ello antes de escribir nos ahorrará mucho trabajo.
     Hay que tener en cuenta, además, que el narrador se manifiesta situándose desde un punto de vista determinado y hablando con un tono de voz determinado (ve y dice), y que va a dosificar la información
     Si elegimos un narrador omnisciente tendremos varias ventajas: podremos abreviar el material narrativo al ser éste capaz de saltar de un lugar a otro y de un tiempo a otro. Podremos contar lo más absurdo, lo imposible, como si fuera lo más natural del mundo. El lector sabrá mucho, lo cual le crea satisfacción; pero también coartamos su capacidad de imaginar, de sacar consecuencias particulares y de interpretar. Y nos alejaremos de la realidad de nuestra propia percepción del mundo, en la cual existen casi tantos puntos de vista e interpretaciones de la realidad como seres humanos.
     El narrador testigo observa la escena con muy pocas alusiones a sí mismo. No es un personaje (y si lo es, su papel carece de importancia). Ve sólo lo que abarca su visión, no puede abarcar otros momentos o espacios ni entrar en los pensamientos reales de los personajes. Pero descubre a la vez que el lector, dándole libertad para que complete la historia.
     El narrador protagonista habla de sí mismo como eje de la narración y puede adquirir diversas modalidades: ser el principal y emplear cierta omnisciencia, contar la historia de otro, contar a medida que ocurren los hechos. Su principal ventaja es que el lector se implica  con mayor rapidez en los sentimientos y vivencias del protagonista. Su principal defecto:  la falta de distancia entre el punto de vista del narrador y el relato; el escritor corre el peligro de ser parcial.
     Claro, que estos son las formas estrictamente puras: podemosdesarrollar una narración cuyo argumento esté desplegado por diferentes voces, que ven los hechos cada uno a su manera, transformando la narración en una especie de sinfonía. Es una visión menos manipuladora y abre paso a distintos puntos de vista e interpretaciones.
    
A fin de cuentas, algunos escritores, como Juan José Millás, aventuran que el camino hacia la nueva literatura está en explorar las posibilidades del narrador y de los puntos de vista. ¿Te atreves a ello?

lunes, 29 de noviembre de 2010

DESPEDIDA A UN POETA REBELDE

Hace un par de semanas murió el poeta CARLOS EDMUNDO DE ORY, tras varias décadas de enseñarnos lo que es escribir sin someterse a reglas, movimientos, modas ni corsés. Quizás decir que fue un poeta rebelde no sea suficiente: mejor leamos algunos fragmentos de sus poemas, para entender  que nunca pretendió otra cosa que ser, simplemente, él mismo. Nada menos.

En un café
He vuelto ahora sin saber por qué
a estar triste en las calles de mi raza
He vuelto a estar más triste que un quinqué
más triste que una taza
No quiero esta tristeza medular
que nos da un golpe traidor en una tarde
Pide cerveza y basta de pensar
El cerebro está oscuro cuando arde.

Amo a una mujer de larga cabellera...
Amo a una mujer de larga cabellera
como en un lago me hundo en su rostro suave
en su vientre mi frente boga con lentitud
palpo muerdo acaricio volúmenes sedosos
Registro cavidades me esponjo de su zumo
mujer pantano mío araña tenebrosa
 tus pechos y tus nalgas de dobles montes gemelos
me brindan la blancura de paloma gigante


 Trituro masco sorbo me despeño
reinando en tus membranas errante y enviciado
nada termina nada empieza todo es triunfo
de la ternura custodiada de silencio
El pensamiento ha huido de nosotros
 las horas se derriten los minutos se agotan
no existe nada más que agonía y placer


Hemos llegado a ser terribles y divinos
Fabricantes secretos de miel en abundancia
Se oyen los gemidos de la carne incansable
En la luz pude ver la expresión de tu faz
que parecías otra mujer en aquel éxtasis

Ebrio hechizado loco a las puertas del morbo
grandiosa la pasión espero el turno fálico


De nuevo en una habitación estamos juntos
Desnudos estupendos cómplices de la Muerte.



Dame                                                                                                                          
Dame algo más que silencio o dulzura
Algo que tengas y no sepas
No quiero regalos exquisitos
Dame una piedra

No te quedes quieto mirándome
como si quisieras decirme
que hay demasiadas cosas mudas
debajo de lo que se dice

Dame algo lento y delgado
como un cuchillo por la espalda
Y si no tienes nada que darme
¡dame todo lo que te falta!

lunes, 15 de noviembre de 2010

PRIMER PREMIO CERTAMEN DE POESIA VERBO AZUL


Supongo que la mayoría de vosotros tendrá en cuenta los premios literarios como manera de dar su obra a conocer y (¿por qué no?) de rentabilizar algo nuestras largas horas de cocinilla literaria. Algunos os dirán que no os molestéis, que todos los premios están dados. Por experiencia propia os aseguro que no es así. ¡Animo, y a por ellos!
En el video adjunto os presento la entrega de premios de la Asociación Literaria "Verbo Azul", en la que hago lectura de mi poema "Última foto de familia", galardonado este año con el primer premio.



Con el abrazo más cálido para Belén.
ULTIMA FOTO DE FAMILIA

Septiembre es un secreto de familia impreso para siempre en papel kodak.

La abuela busca dentro las señas de su vida,
Confunde el paisaje de las bodegas en el monte con ratones que horadan su memoria,
el cabello color vino que yo entonces tenía, con el que ella un día tuvo,
el rostro ceniza y pliegues del abuelo, con el de cualquier desconocido,
las nubes de verano, con el roble.
Yo aún puedo guiarla con el índice por el mapa de papel kodak y deletrearle el nombre de todos sus nietos con la solemnidad de un cantor de salmos.

Mi hijo descubre su propia pequeñez en esa imagen, algo menos vieja que su juventud, y se sorprende
del reencuentro con el columpio en el que ondean su pies descalzos,
con las bocas de los que han muerto,
con la parra de las lagartijas, la roca de los alacranes, los canastos de la vendimia.
Yo querría explicarle el sabor exacto de aquellas uvas que ya nadie recoge y que conservo como un zumo que amarga a días alternos.

Tu mujer compara, satisfecha, su blusa de Gucci con mi vestido de sarga, sus uñas esculpidas con mis dedos de mosto, el desaliño entero de mis caderas y mi nuca con su escote de mármol.
No puede ver, lástima, restos de cal sobre mi pelo que nunca descifraría, y que aún blanquean en mi memoria.

Y cuando yo me sumerjo en aquella imagen

sólo encuentro tu mirada  que me busca
compartiendo el abandono de los botones de mi vestido y el secreto sabor de otra lengua de uva.


lunes, 8 de noviembre de 2010

ESCRIBIR UNA CARTA, ESCRIBIR UNA HISTORIA, ESCRIBIR UN MUNDO DE INTIMIDADES

“A veces llegan cartas”, decía la canción. Otras, no llegan. No salen del buzón del remitente, porque su destino no es el que sugiere el encabezado; su destino es literario y la literatura no es de nadie, es de todos. Cartas que nos escribimos a nosotros mismos o que nunca nos atrevimos a enviar. Cartas que nunca serían abiertas o cuyos destinatarios sólo existen en el mundo de los sueños. Cartas que definen al personaje que las escribe o que suscitan en el lector la emoción de compartir un secreto.
¿Qué atractivo tiene un relato, una poesía, un fragmento de estas características? Tal vez que, al utilizar la segunda persona, sentimos a los personajes más cercanos. Y que entramos en su intimidad, somos esos espías que leemos la carta que no nos pertenece; o descubrimos, sorprendidos,  que estaba escrita precisamente para nosotros.

Hoy día, cuando ya nadie escribe cartas con sobre y sello, alguien sugirió que la literatura epistolar estaba pasada de moda. Sin embargo, ¿no es ahora cuando más “cartas” se escriben, aunque hayamos pasado del buzón de correos al del ordenador? ¿no recibimos o enviamos cada uno de nosotros, a diario, alguna de ellas? Podríamos empezar a hacer “literatura del correo electrónico”. Es un campo tan abierto a la creatividad y a la poesía de la vida corriente como aún no podemos sospechar. ¿Te atreves a recoger el desafío?




 “Ya sé que tú y tus amigos os reís de mí, pero a fin de cuentas, yo soy más realista que vosotros. Yo también quiero hacer la revolución, pero dentro de una comunidad más pequeña. Y ya lo verás, yo todavía haré la mía, y vosotros no haréis la vuestra” Bernardo Atxaga.

“Una carta, incluso la más larga, nos obliga a simplificar lo que no debiera simplificarse: ¡nos expresamos siempre con tan poca claridad cuando tratamos de hacerlo de una forma completa!” Marguerite Yourcenar.

“Desde hace tres años, han sumido ustedes en la noche nuestras ciudades y nuestros corazones. Me imagino su sonrisa.” Albert Camus.

“Necesito todo el tiempo y mil tiempos más que todo el tiempo, y si es posible todo el tiempo que existe, para ti, para pensar en ti, para respirar en ti.” Kafka


martes, 2 de noviembre de 2010

CUENTO CRUEL PARA ESTOS DÍAS DE HALLOWEN

DIENTES Y TRUEQUES

Cuando el padre de Dani era un chiquillo
visitaba el Ratón las almohadas
un día tras un día, una, otra noche,
cambiando cada diente, calcio tierno,
por muñecos de párpados inmóviles,
monedas que no brillan en lo oscuro,
el autómata loco del bazar,
el puzzle interminable, esperanzas,
gominolas de nube, fruslerías.

                                                       ¡Y a cambio del primer triste colmillo
                                                       Dani tiene una bici japonesa!
“¿Le estamos educando, o sea, bien?”
La madre se oye, reza, aprende taichi;
el padre oye llover, él se hace cargo:
se llama Fermín Pérez (desde niño).
Guarda en bolsas del híper, bajo el césped,
los billetes azules y morados
para estas contingencias y otras varias.

No malcría: negocia sentimientos.
Se divierte Fermín Pérez (¡qué chico!”)
descubriendo el botín trans-almohada:
premolares, caninos suficientes
para equipar algunos cocodrilos;
En mayo, una postiza dentadura
con restos de masilla y fresco sarro;
En julio, la mandíbula mohosa
de un caniche canijo y tal vez bobo.

Dani sonríe al padre (¡el angelito!)
En su boca tan sólo mella y media.
Tiene ya play, nintendo, PDT, IPOD;
traje de spiderman con deyectores
de tarántulas hembras charoladas;
dos pardillos que sorben bien sus mocos
y de mates y science se examinan.
Quiere unas vacaciones en Disneyland
con la Bella Durmiente sin pijama.


Agosto, primer sábado, a su padre,
¿qué dolor tan intenso le despierta?
los encéfalos le abre, la quijada…
y un sabor a grumosa sangre púrpura.
No se atreve a lamer el hueco, allí,
donde siente que fluye el hueco, central,
derecho, superior, de su incisivo.
Ni a cerrar los ojos.
Ni a abrir la puerta.

viernes, 29 de octubre de 2010

HOMENAJE A LA MUJER DE MIGUEL HERNANDEZ

En estos días en que rendimos tantos homenajes de admiración y recuerdo a Miguel Hernández, quisiera extender esa admiración y recuerdo a Josefina, la mujer del poeta, la viuda, la garante de su memoria.

Josefina Manresa
LA MUJER DEL POETA

El poeta amasa en su celda verdades como panes y versos como himnos, para engañar el hambre de libertad y de justicia. También el otro. El hambre le va sorbiendo la carne, la enfermedad le niega el aire, las rejas cercenan su horizonte. Mas no está solo.
Es su mujer quien le preserva, tan lejanos, los paisajes de su ternura entre las humillaciones. Josefina es la casa con olor a naranjos que nunca está vacía, la cama cálida y blanda donde reposar los huesos y la pluma, el refugio que siempre aguarda. Es la esperanza.
Josefina es la mirada para la que escribe, y es el vientre en el que descansa la cabeza cuando las luces se apagan y se ensombrecen los versos, pero a cambio es posible retornar a la imposible pasión de sus brazos.
Josefina es la leche tan sólo nutrida de cebollas que cría a su niño. Los ojos que cosen y se acabarán cegando para alimentar a los huérfanos hermanos, al casi huérfano hijo, a su esposo huérfano de humanidad y amparo.
Josefina son esos labios finos de mujer valiente que el besa entre delirios, con un estremecimiento que da sentido a la última fiebre.
Muere el poeta, pero Josefina es el camino a través del cuál seguirá recorriendo la vida.

Josefina y Miguel

Josefina pudo también morir muchas veces. De miseria, de odio, de calentura, o de esa pena que estalla gris y deja sin fuerzas para levantar un pie detrás del otro hacia otra idéntica tristeza. Pero Josefina vivió, porque su cuerpo ya era también Miguel: la mujer en cuya carne quedaron sus surcos, el oído que grabó su voz y sus silencios, los ojos que le retuvieron, las manos que guardaron sus poemas para cuando pasara el tiempo del hambre y de las sombras: verdad para la justicia, himnos para la libertad.
Josefina, tesorera de los males y de los bienes del poeta, relegó el resentimiento, el desprecio, la venganza, la amargura. Pero conservó intacta la memoria.

miércoles, 20 de octubre de 2010

POEMA DE AMOR PARA ANDAR POR CASA

Quererte
en los lunes de cansancio áspero
que nos sierran los pies como trampas.

Quererte
en madrugadas de hospital e insomnio,
apiretal, biberón con grumos, legañas.

Quererte
y quemar el inventario de reproches viejos
para amarnos en posturas inventadas.

Quererte
Cuando vas a lo tuyo y cuando estoy en lo mío.
con tu torpeza de mago y mi seriedad de payasa.

Quererte
Pies fríos que se encuentran y desvelan
justo a tiempo de conjurar bajo las sábanas
el miedo a la muerte.

Para Paco

miércoles, 13 de octubre de 2010

LA MUY TRISTE VIDA DE PEPE PAMPLINAS

Hace unos días celebramos en el madrileño local "Diablos Azules" la presentación del libro de editorial Fuentetaja "Manos a la obra", en el que se han publicado poemas de varios alumnos y antiguos alumnos de los talleres Fuentetaja, entre los que tengo el placer de contarme. Luego vino un interesante y variado recital poético, donde leímos los autores. Para la ocasión yo preferí, en lugar de leer mi poema incluido en dicha recopilación, hacer algo más "participativo", recitando uno de los poemas infantiles que he escrito últimamente y solicitando la colaboración del público, cuya grabación os adjunto. 
"La muy triste vida de Pepe Pamplinas" es la historia de un ser negativo y caprichoso, que espero divierta también a los adultos, ya que todos tenemos en alguna ocasión un Pepe Pamplinas interior, una vocecilla lastimera que pretende amargarnos la existencia: ojalá sepamos siempre desenmascararle y reírnos de su "pamplinas".

domingo, 3 de octubre de 2010

¿POR QUÉ LEER A LOS CLASICOS?

DESCUBRIENDO "ROJO Y NEGRO", DE STENDHAL

¿Eres de los que deshechas la lectura de los clásicos, con el prejuicio que será un plomazo, de lenguaje y temas muy lejanos a tu mundo real? Pues te estás cerrando la puerta a muchas agradables sorpresas. Yo procuro leer, por lo menos, una de esas obras inmortales en verano, segura de que novelas que siguen dando que hablar, editándose y leyéndose después de cien años o más, tienen algo que decirme y enseñarme, como escritora y simplemente como ser humano. En esta ocasión elegí “Rojo y negro”, de Stendhal, y me he llevado una de esas agradables sorpresas que te cuento, pues me enganché con su lectura como si se tratara de un best-seller o de una policíaca. ¿Qué resaltaría de “Rojo y negro”?: su sentido del humor; su ironía caústica para con la sociedad; las sucesión inesperada de intrigas amorosas; y esos personajes tan reales, con sus luces y sus sombras, sus tragedias presentadas de tal modo que a veces nos hacen reír y sus triunfos a veces tan miserables que nos hacen reflexionar tristemente sobre la condición humana.
¿Te han dicho alguna vez que, para que la novela sea atractiva, debes presentar un personaje “agradable”, “positivo”, con quien el lector pueda identificarse? Pues Stendhal desecha ese supuesto para inventarse a Julian Sorel, un joven capaz de herir a las personas que más le quieren y apoyan, con tal de escalar en la vida, un inmaduro con baja autoestima que nunca acaba de saber lo que quiere. Tal vez no nos identifiquemos con él, pero seguimos sus aventuras  con interés hasta el final, a veces insultándole, compadeciéndole otras:
“La señora Renal se encerró después en su dormitorio. La dicha robó el sueño a sus ojos. Julian, por el contrario, durmió como un plomo. Al día siguiente despertó a las cinco y, en honor a la verdad, diremos lo que seguramente había sido para la señora Renal, si alguien se lo hubiese dicho, una puñalada: el ingrato apenas le dedicó un pensamiento. Sin embargo, mientras se dirigía al comedor, se dijo con tono ligero: -Debo decir a esa mujer que la amo”.
No menos curiosos son el resto de los personajes, que representan todos los vicios y absurdos de la sociedad de su época (no tan distinta a la nuestra).  Julian ha luchado y atropellado por entrar en esa “buena sociedad”, que acaba sabiendo tan falsa como aburrida:
Julian hallaba en la manera de ser de la mariscala un modelo casi acabado de esa calma patricia que respira corrección y finura de modales y es inaccesible a las emociones vivas. Una muestra de sensibilidad habría sido a sus ojos algo parecido a una embriaguez moral, que no puede menos de avergonzar a toda persona celosa de su dignidad.
Julian se encontraba más alegre, mejor dicho, menos triste que de ordinario. De tal suerte se animó, que la mariscala concluyó por no comprender lo que decía. Esta circunstancia, a los ojos de la mariscala, era un mérito.”

Sthendal, además, nos presenta una historia romántica, encendidas y entrelazadas pasiones, pero de una forma, en ocasiones, tan deliberamente exagerada que nos hace reírnos de las situaciones Y presentando unos personajes tan capaces de morir por amor como de cambiar de sentimientos en minutos.
El entusiasmo de la señorita de la Mole rayaba en lo inverosímil, su alegría era delirante. Ni podía pensar en otra cosa que en la dicha de haberse visto en peligro de morir a manos de Julian.
-¿Cuántas almas de los jóvenes de la alta sociedad habría necesidad de soldar para obtener semejante impulso de pasión? Preciso es confesar que estaba arrebatador cuando se subió sobre la silla para volver a colocar la espada en su puesto. En realidad, no fui tan loca como parece cuando le amé y me entregué a él. Aunque mi amor hacia ese pobre muchacho duró bien poco… total, los minutos que le vi subir por la escalera, cargado de pistolas y puñales, y a lo sumo, hasta las ocho de aquella mañana…”
Tampoco se priva Stendhal de interrumpir su narración para manifestar las complicaciones del autor, ese difícil equilibrio entre reflejar la realidad y ser políticamente incorrecto, entre crear una obra de calidad y  gustar a la “mayoría”:
No olviden nuestros lectores que las novelas son espejos que pasean por la vida pública, que tan pronto reflejan el purísimo azul de cielo, como el cieno de los lodazales de la calle. Y si así es, ¿os atreveréis a acusar de inmoral al hombre que lleva el espejo en su canasto?”
“Ahora que suponemos a todos convencidos de que el carácter de Matilde es imposible en nuestro siglo, tan prudente como virtuoso, no es tan grande nuestro temor de incurrir en el desagrado de nuestros benévolos lectores, si continuamos la historia de las locuras de aquella encantadora joven”.
“La política es algo así como una piedra de molino atada al cuello de la literatura, que la sumerge y ahoga en menos de seis meses. Una página política ofenderá a la mitad de los lectores y matará de aburrimiento a la otra mitad. El autor hubiese querido estampar a continuación una página entera de puntos, pero se opuso fieramente el editor, alegando que una página entera de puntos tiene muy poca gracia, y que la poca gracia es la muerte de las obras tan frívolas como la presente”
Si tengo que añadir alguna crítica negativa, decir que, en comparación con el resto, encuentro el final exagerado y moralista: ¿Es una concesión de Stendhal a los gustos del público y a lo políticamente correcto, o un nuevo guiño de ironía? Tal vez sólo pretende salvar a su personaje, hacernos creer que se convertido, finalmente, en el tipo maduro y generoso, digno del amor de quienes le amaron y de la comprensión de quienes le leímos. Después de todo, Stendhal es su padre: literario, pero padre al fin y al cabo.


sábado, 25 de septiembre de 2010

AUDIO: PRIMEROS PÁRRAFOS DE "EL HIJO DEL HÉROE"

"Casandra, hija del rey de Troya,
puede adivinar el futuro, pero no cambiarlo.
Cuando los enemigos griegos desembarcaron frente a su ciudad..."
 

El escritor crea un mundo nuevo, una especie de universo paralelo, en su novela; pero es el lector el que recrea ese universo y le da sentido. Si, además, como en este audio, es leído por un estupendo actor de doblaje como Jacinto Montes de Oca, casi podemos ver y tocar ese universo, sentir la tragedia y la esperanza de Casandra, el salitre sobre la borda de un barco griego, la brisa del Mediterráneo en la cara.


Jacinto Montesdeoca es locutor
y actor de doblaje. Aquí le vemos
caracterizado para una interven-
ción en la serie "Doctor Mateo".
http://jacintomontesdeoca.blogspot.com/
 




jueves, 23 de septiembre de 2010

CUIDADO CON LA AGENCIA LITERARIA PARRAFOS

Están las cosas muy malitas para publicar, como ya muchos de vosotros sabéis. La editoriales pequeñas son absorvidas por las grandes y en las grandes prima la búsqueda de beneficios, incluso en aquellas que tradicionalmente tenían la difusión de la cultura o el fomento del arte como divisas. Si no eres conocido, si tu obra no tiene pinta de comercial o si no tienes agente literario, la cosa se complica bastante. Además, la crisis también afecta a sus ventas: arriesgar es hoy palabra tabú para la mayoría de los editores.
Internet va abriendo nuevos caminos y posibilidades (¿dónde nos llevarán?), que tenemos que ir buscando, explorando, aprovechando. Mi primera experiencia en este sentido no ha sido feliz. Vale, de acuerdo, quizás me diréis que he pecado de ingenua o lanzada: en cualquier caso, para q no os pase a otros, paso al sumario de los hechos:

En noviembre envié una novela mía, previo pago de 100 euros, a la agencia literaria párrafos, q funciona por internet. El precio suponía la corrección del texto y su valoración, a fin de aceptar o no gestionarla como agentes literarios.
Han pasado 10 meses y varias reclamaciones. A las primeras me contestaban dándome largas, reconociendo que se estaban demorando más de lo habitual y asegurando que iban a resolverlo pronto. A las tres últimas, en las que les pedía me devolvieran el dinero porque no puedo tener la novela en dique seco eternamente, simplemente me han dado la callada por respuesta. Ya contaba con q podía ser una medio trampichuela, pero como mínimo esperaba que me enviarían las correcciones prometidas con un "lo sentimos, pero no nos interesa de momento". ¡Ay, pero ni eso, oiga! El único trabajo que han hecho con mi dinero es el de retirarlo de su cuenta corriente (¡con lo que nos cuesta ganarlo!).
Así que, ojo: espero que esto sirva para que no caigáis en la misma trampa.
Pero experiencias como éstas no deben apartarnos de nuestro objetivo: publicar, encontrarnos con nuestros lectores, sea en papel, en pantalla, o descargados o en esos aparatitos tan monos que ya tenéis alguno y donde cabe la biblioteca nacional. El futuro está ahi, hagámonos un hueco dentro.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

JUGAR CON LAS PALABRAS

¿Qué es la escritura creativa, sino reinventar las palabras, jugar con ellas, darles otro enfoque y teñirlas de nuestra personalidad? Os propongo, a modo de ejercicio para calentar motores, ir un poco más lejos: inventar nuevas palabras.
Por ejemplo, supongamos que existieran palabras como:
       Viasta, Alemígena, Curnóstico, Pizistar, Adrécora.
 Inventémosle una o varias acepciones, como si aparecieran en el Diccionario de la Más Real de las Academias. Luego, inventemos frases con ellas: será divertido, sobre todo si se hace en grupo y se comparten y completan acepciones y frases; también si estamos solos y dejamos volar nuestra imaginación hacia ese lugar al que nos va llevando la idea que ya tenemos ganas de escribir. Y nos ayudará a soltar un poco la mano y la mente para comenzar a escribir, sin agobios, dejando a nuestra imaginación la libertad de sorprendernos, de hacer una particular alquimia con aquellas otras palabras que ya existían pero que a veces, de tan usadas, no somos capaces de mirar, de explorar, de entender, de hacer brillar.
Que pizistéis una buena Crunóstica con estas Alemígenas.

domingo, 12 de septiembre de 2010

LA MALDICION DE ESCRIBIR

Venga, se acabaron las vacaciones. Pongamos en pie todos esos proyectos que hemos ido forjando en la cabeza mientras descansabámos, nos divertíamos, sudábamos... y pensábamos que deberíamos de estar escribriendo. Desengáñate: si escribir es tu pasión no vas a librarte de ella tan fácilmente. Es una maldición y una salvación, como dice CLARICE LISPECTOR:
"Dije una vez que escribir era una maldición. No me acuerdo exactamente por qué lo dije, y con sinceridad hoy repito: es una maldición, pero una maldición que salva.
 Es una maldición porque obliga y arrastra, como un vicio penoso del cual es casi imposible librarse, pues nada lo sustituye. Y es una salvación.
Salva el alma presa, salva a la persona que se siente inútil, salva el día que se vive y que nunca se entiende a menos que se escriba. Escribir es buscar, entender, es buscar reproducir lo irreproducible, y sentir hasta las últimas consecuencias el sentimiento que permanecería apenas vago y sofocante. Escribir es también bendecir una vida que no fue bendecida".
Disfrutemos de esta maldita bendición que nos salva de la rutina, de las frustracciones, de los recuerdos, de la mortalidad, de la confusión. Que tengáis un bendito otoño lleno de fiebre por escribir y de magníficos resultados.