lunes, 10 de octubre de 2011

RECETARIO PARA ESCRIBIR NOVELA NEGRA



Entre los proyectos que se van acumulando con el comienzo del curso, está el de escribir una novela negra. Quizás alguno de vosotros tenga la misma inquietud, por eso quiero compartir algunos de los consejos que he ido recopilando. Observaréis que muchos de ellos simples requisitos para escribir cualquier tipo de novela que pretenda llamarse así. Y que otros son desmentidos por grandes novelas del género policiaco que se desmarcan de esas reglas. Después de todo, el arte está para romper las reglas, para innovar, para atreverse a ir más lejos


1.-Tener algo que decir: un argumento ingenioso, un asunto polémico, una visión de la sociedad. Para enfrascarse en una tarea que nos va a llevar meses, incluso años, debemos tener la necesidad de decir algo; si no, nos quedaremos sin gasolina a medio camino.


2.-Motivaciones creíbles: tanto la situación como su desenlace deben de resultar lo suficientemente fundados. No podemos sacárnoslos de la manga sin darles una explicación.


3.-Los métodos han de ser técnicamente sólidos: cómo se ha realizado el crimen, cómo se ha desarrollado la investigación. Es preciso documentarse para no caer en supuestos fantásticos.


4.-Mantener una atmósfera: como en cualquier ejercicio literario, debemos mantener el tono, para no desorientar al lector.

5.-Fácil explicación: la sencillez y claridad de la estructura deben ser tales como para permitir una explicación fácil de la solución. No solo eso: esa solución final debe parecer inevitable, según los indicios aportados, como si de pronto se le revelase al lector esa verdad subterránea que, sin embargo, siempre había tenido delante.
6.-Crear y mantener un personajes con el que el lector sienta empatía: a pesar de la importancia de la trama en la novela policíaca, si no interesamos al lector en los personajes tampoco le interesará lo que les ocurra a estos.
7.-Una trama enrevesada no lo es todo: por supuesto, necesitamos un par de trucos para sorprender al lector, pero el verdadero suspense se crea a partir del interés por los personajes.

8.- Trabajo duro: para escribir una buena novela negra es necesario dedicarle muchas horas, no solo de documentación, sino sobre todo de escritura efectiva. Podemos caer en la trampa de que trabajamos con algo trivial, que terminaremos sin apenas esfuerzo.

9.- Organizar el material: la trama de la novela negra debe estar tan bien encajada, que cualquier elemento que hayamos descuidado o colocado con poco acierto puede hacer derrumbarse el conjunto.


10.- El criminal debe ser castigado: al menos eso se espera, aunque tenemos casos en los que el protagonista es el propio criminal, y casi acabamos compartiendo su satisfacción, por ejemplo, porque la sociedad no le trató bien (el Ripley de Patricia Highsmith).


11.-El crimen en sí no es tan importante: lo es más la investigación y los personajes que giran alrededor suyo.

Y, sobre todo, darle nuestro enfoque personal, esa visión original, un personaje poco habitual, un escenario aparentemente vulgar, o cualquiera que sea nuestro sello de identidad, nuestra forma de ver la literatura y la vida. Y de la terrible muerte de nuestra próxima víctima...

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