¿Qué es la escritura creativa, sino reinventar las palabras, jugar con ellas, darles otro enfoque y teñirlas de nuestra personalidad? Os propongo, a modo de ejercicio para calentar motores, ir un poco más lejos: inventar nuevas palabras.
Por ejemplo, supongamos que existieran palabras como:
Viasta, Alemígena, Curnóstico, Pizistar, Adrécora.
Inventémosle una o varias acepciones, como si aparecieran en el Diccionario de la Más Real de las Academias. Luego, inventemos frases con ellas: será divertido, sobre todo si se hace en grupo y se comparten y completan acepciones y frases; también si estamos solos y dejamos volar nuestra imaginación hacia ese lugar al que nos va llevando la idea que ya tenemos ganas de escribir. Y nos ayudará a soltar un poco la mano y la mente para comenzar a escribir, sin agobios, dejando a nuestra imaginación la libertad de sorprendernos, de hacer una particular alquimia con aquellas otras palabras que ya existían pero que a veces, de tan usadas, no somos capaces de mirar, de explorar, de entender, de hacer brillar.
Que pizistéis una buena Crunóstica con estas Alemígenas.
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