martes, 28 de junio de 2011

HOMBRE QUE HUYE

                                                                 

Manhatan es el puerto donde encallan los fugitivos. Llegan a miles en galeones y carabelas, en las páginas ambarinas que se escriben con el pensamiento, entre los grilletes de las bodegas o a brazo partido. Son tulipanes o navajas, biblias o escorbuto; son botellas a la deriva con mensajes que solo entienden los náufragos; son bancos de medusas hipnotizadas por el cielo amarillo traidor de Manhatan.


Yo huyo en su misma marea, con la agotadora certeza de que mi disfraz será descubierto: la mujer que me regaló su cuerpo se volvió loca al pisar el vacío; el viejo a quien robé el alma yacía moribundo antes de procrearme; el indio iroquí que me vende su nombre está demasiado borracho para pronunciarlo. El fugitivo imposible soy yo.

El mismo cielo amarillo que me delata, me esconde. Manhatan es la isla con forma de botella; entre sus paredes de agua soy el mensaje cifrado de los camaleones. Recorro sus colinas a grandes zancadas, sudoroso, inagotable, como ya recorrí las de Roma y las montañas de hielo del inhóspito Walhalla. La esperanza es una soga más tortuosa que la horca. No hay salida cuando el cazador y la presa son el mismo hombre.


lunes, 20 de junio de 2011

EL CONFLICTO, MOTOR DE LA NARRACIÓN




Un relato sin conflicto nunca puede ser dramático. Es una descripción. El corazón de la narración es la lucha de los personajes por un objetivo, el deseo de eliminar el dolor  o alcanzar la felicidad, mediante la adquisición o el rechazo.

            Un ser humano reaccionará de distinto modo ante los distintos tipos de motivos y el mismo motivo tendrá distintos efectos sobre distintos seres humanos. En consecuencia, la intensidad del conflicto es producto de la naturaleza del motivo y del carácter del personaje.

Para encontrar el motivo podemos preguntar: ¿por qué actúa así un hombre? Para encontrar la intención podemos preguntar: ¿cómo actuaría un hombre si le sucediera esto?

            La fuerza del motivo y la fuerza de la intención deben ser proporcionales: en ningún caso un motivo débil puede originar una intención fuerte; sin embargo, a la fuerza de la causa puede agregarse la fuerza del ser humano: un hombre puede crecer por sobre sí mismo si la causa lo justifica.

            Cada intención tiene obstáculos que superar para lograr el objetivo. El conflicto es el resultado de la intención y la dificultad.

Hallamos tres tipos de dificultades esenciales:

            1.- El obstáculo.-

Es de naturaleza circunstancial: una montaña que se debe escalar, la falta de dinero o la imposibilidad de entender otro idioma. La desventaja de este obstáculo es ser de tendencia estática, no poder soportar cambios repentinos (la montaña no va a desaparecer ni podemos aprender un idioma nuevo de golpe).

         
           2.-La complicación:

Es de naturaleza accidental: un avión que debe aterrizar por el mal tiempo, un mensajero que se fractura una pierna, la llegada de unos borrachos que frustra un robo. Su desventaja es que, al ser accidental, despierta cierto resentimiento en el espectador, ya que no la planea ni la desea nadie, el personaje no la puede evitar ni prever, no es una prueba del poder del ser humano para ejecutar su voluntad.

            3.-La contraintención

            Es la intención definida de otro personaje de evitar el cumplimiento de la intención del primero. Por ejemplo, la llegada de unos borrachos es una complicación accidental; pero si la policía llega, alertada por la alarma, eso sí es una contraintención, la intención de los ladrones contra la de los policías. Es la dificultad más efectiva dramáticamente hablando, ya que es la más dinámica y la que da más posibilidades de ampliar la historia y de darle giros nuevos.


       


martes, 14 de junio de 2011

ENTREGA DE LOS PREMIOS DE POESÍA "LA PLUMA EN VERDE"



De nuevo de fiesta, celebrando la poesía y a los buenos poetas que son reconocidos. Esta vez nos tocó pasarnos por Leganés, donde se entregaron el día 10 los premios de poesía "La pluma en verde".
El primer premio ha recaído en "Perdida Luz de los domingos", de Juan José Vélez Otero, y el segundo en "Besos y espinas", de Pilar Merino Martínez, a quien ya conocemos de otros importantes premios ("Ignacio Aldecoa de Relato", "Ciudad de Tomelloso", etc.).
Una bonita sorpresa fue el libro que los organizadores han editado con los poemas ganadores y los finalistas, entre los que hay alguno que me ha gustado especialmente, como "Los decapitados", de José Vicente Mirales Piles, o "Animalitos", de Marcos Pérez Cardoso.
Y, como no podemos traerlos aquí a todos, os traigo al menos los estupendos trabajos ganadores.





PERDIDA LUZ DE LOS DOMINGOS

Aquellas películas
tenían la luz dudosa
de las tardes de invierno,
el sonido indeleble
de los lentos domingos
que expiraban con fútbol
en la radio incesante de la sala de estar.
Tenían sabor a regaliz y almendras,
a paloduz,
a menta en sus vivos
labios de muchacha tímida.
A vees tenían
el acedo sabor de la mesticia.
Aquella películas costaban
lo que cuesta la memoria:
la aventura vespertina
de mi mano torpe
entre sus muslos, la fiesta
de mi temblor callado;
era mi labio ardiendo
en su cuello leve de colonia pobre.
Me gustaba mirar
la luz de la pantalla
reflejada en sus ojos.
Aquel vestido malva,
su cabeza en mi hombro,
el crujido gregario
de las butacas viejas.
Aquellas películas
-ahora lo entiendo-
no eran tristes,
eran sencillamente
J.J. Vélez Otero
como nuestra historia hecha
de mentiras sabidas,
de suelos inciertos,
de proyectos a la nada,
de torpes palabras aprendidas
en las aulas oscuras
y siempre rumorosas.
No eran tristes, eran sólo
películas de olvido y de clemencia;
ventanas 
que daban a las calles del consuelo.

Antigua luz perdida que aún crepita. 

Juan José Vélez Otero.


BESOS Y ESPINAS

Una mujer cruza el pasillo.
No soy yo.
Es una mujer que atraviesa la puerta irrevocable
de una sala de hospital.

Una mujer entra en la consulta.
No soy yo:
Es una mujer que escucha al médico pronunciar palabras:
Tumor, extirpar, cicatriz, prótesis.

Una mujer se queda sorda.
No soy yo.
Es una mujer a la que le sangran los oídos
Porque no quiere escuchar lo que acaba de escuchar.

Una mujer sale del quirófano
No soy yo
Es una mujer que abre los ojos y sonríe
porque sigue viva.

Una mujer regresa a casa
No soy yo
Es una mujer que entra en su dormitorio
Y llora delante del espejo.

Una mujer cicatrizada
Soy yo

Pilar Merino
Es una mujer con una prótesis en el cuerpo
Mi cuerpo
Es una mujer con espina en el alma
Mi alma
Con espinas que caen,
despacio, pero caen,
una con cada beso recibido.

Aunque todos los besos
se los devuelva el espejo.

Pilar Merino Martínez.

martes, 7 de junio de 2011

SEGUIDILLAS

Si hace unos dias os hable de las soleares, hoy os traigo seguidillas. Es tambien una composicion muy popular y difundida, frecuente en poesia y en canciones. Y no hablamos de copla, sino de cualquier tipo de cancion, hasta de la mas modernas: ¿cuantas de las canciones que conoceis no estan formadas por estrofas de cuatro versos donde riman segunda y cuarta, mas un estribillo? si ese estribillo es un terceto (o solea), ahi tenemos una seguidilla. Y aqui estan algunas de las mias.


SEGUIDILLAS



DOLOR PROPIO

El dolor que yo tengo
no te lo cambio:
me costó siete vidas
amamantarlo.

Y por criarlo
me hice ungüento de ortigas
me ahogué en los charcos.



YUGOS


Cadenitas de amor
de una madre
que te uncen la espalda
de parte a parte.

Quiéreme mía,
por la vida buscando
luz sin cerillas.

Palabras secas y justas
del buen padre
saetas que en la frente
carcoma esparcen.



Labra el silencio
y verbos sin guadañas
que en ellos crezco.




 DIEZ CONDENAS



Que diez puñales blancos,
tú me clavaste.
Con no dejar herías
dices que no me mataste.

Que tus dedos son condenas,
del infierno a la gloria
me traen, me llevan.

                        
COMO QUIEN TIRA UNAS BOTAS



Crees que te quiero de veras
porque te beso en la boca
y es por no oír tanta mentira,
que me como cualquier cosa

Cuando se acabe esta historia
vas a acordarte de todo
lo que no sabes ahora.

Claro, que a veces hay que transgredir, ponerse retos... o tomarse la literatura tambien como diversion. Asi que Angela, compañera de lides poeticas, nos propuso a unos cuantos escribir seguidillas y soleares utilizando la palabra pompis (palabreja cursi como pocas). Yo acepte el reto, y aqui esta el resultado. Va por ti, Angela, y en honor al Cursilismo Sucio.


CANTARES DEL POMPIS

SEGUIDILLA DEL POMPIS AIROSO
Te empeñas, cochinote,
en comerme el pompis
y ya tienes metido
todito el frontis.
Churri, yo te adoro,
pero hay punes que estallan
sin protocolo.

SEGUIDILLA DEL POMPIS EXÓTICO
Es tu pompis mi delicia,
¡oh, hurí igual a mi camello!;
los dos monto y perfuman
el venerable desierto.

Mas, por Mahoma,
si lo perfumas aún mas,
entrará mi camello en coma.


SOLEÁ DEL POMPIS INSTRUIDO

Tu pompis es culturista
pero el mío habla en morse
y es telegrafista.