¿Qué si me acuerdo de la Señora Engracia, la que vivía en el segundo izquierda? ¡Como para no acordarme! Cuando vino la ambulancia a por ella ya estaba tiesecita, la pobre. ¿Sabe usted qué dijo el médico? Que si aquella mujer había durado hasta entonces era un milagro, que tenía los pulmones encharcados, las cervicales en ruinas, la sangre dura, el azúcar por las nubes, el corazón por los suelos.
La Engracia, es verdad, como de hierro, siempre al pie del cañón, aunque también a ella le tocó jubilarse. Pasó de fregar portales y coser y planchar vestidos para fiestas a las q siempre iban otros, a cuidar a los nietos, a recoger en casa de nuevo al Emilín, cuando la nuera le puso de patitas en la calle, a gastar su miserable pensión en alimentar cada vez más bocas, preparar fiambreras para los hijos y bocadillos de nocilla para los nietos. Siempre tendiendo ropa, zurciendo rodilleras, limpiando boquerones, amasando croquetas. Siempre “niño no subas ahí”, “Emilín, que me traes las camisas con el cuello como carbón”, “doctor, míreme a la nieta que parecen paperas”.
Ni un solo día en cama, pero cada año más flaca, más escurrida, más gris, más silenciosa. Ni para quejarse tuvo tregua, (si es que le anduvieron quejas por la cabeza), en danza hasta en plena noche (la bata guateada y la toquilla morada encima), en busca de un médico para el marido, otra extremaunción para la vieja, el Emilín inconsciente en una mesa del bar, la farmacia de guardia o la mascarilla de ventolín para los nietos.
Y al día siguiente (¡cómo iba yo a olvidar ese día!) la oí quejarse una sola vez. Un “Aaaay” muy largo y perdido, como si fuera deshilachándose de su ventana a la mía. Yo le lancé una voz: “Engracia, ¿eres tú? ¿te pasa algo?”. Entre el chisporrotear del aceite y los gritos de los chiquillos en el patio, me llegó la voz de la Engracia: “Ná... Las cosas…”.
¡Que si me acuerdo de la Engracia! Ya ve usted, como para no acordarme. Cuando entramos en su casa nos la encontramos muerta de pie, delante de la lumbre, tiesa, pálida, sin pulso. Todavía friendo croquetas.