Hoy os traigo un poema "fonético", en el que la sonoridad prima sobre otros aspectos. Es un juego divertido, que despierta la imaginación y que acostumbra el oído a la musicalidad de las palabras (tan importante en poesía). Lo cual no quiere decir que luego no necesite amasar, ajustar, depurar: al fin y al cabo queremos transmitir mensajes y conjurar emociones, no unir simples sonidos sin sentido.
GASTRONOMIA CANIBAL
Tiburones sin cabeza
caníbales destartalados que traman tartas de frambuesa.
que jadean en jarras de sopa de ajo.
Te sofrío los higadillos en los días de agua,
te hago hagiografías de duende los domingos,
como si los dos nos debiéramos dolores y duelos sin dobladillos ni encajes.
Encajo tus entrañas en cajas de cartón,
cartas náuticas que nadan para nadie en natillas temblonas.
El templo del rey que roen los ratones
el rancio sin rostro que reflejan las rejillas rostadoras
donde rota el rosbif de tu páncreas.
Rebano mi pánico de pan y soledades
para sorberte los sentidos, los sofismas, los secretos,
de tiburón sin cabeza.